4 cosas inesperadas que aprendes mientras vives y trabajas en el extranjero

El hombre del traje marrón apunta sentado sobre el globo

4 cosas inesperadas que aprendes mientras vives y trabajas en el extranjero

Cuando te vas a trabajar al extranjero aprendes muchas cosas nuevas y recibes una impresión de primera mano sobre cómo es la vida en ese país y cómo es la gente que lo habita. Además, también se te abren nuevas posibilidades de crecer en el área profesional, ya que aprendes de primera mano cómo funciona el mercado laboral de ese país, sin olvidar el que se aprende el idioma más rápidamente por estar practicándolo continuamente.

Pero hay muchas otras cosas sorprendentes que se pueden aprender en otro país sobre las personas que nos rodean e incluso sobre nosotros mismos. Estas son 4 de las más destacadas:

1. Abandona la zona de confort

Vivir en el extranjero supone sin ninguna duda un desafío. Encontrar un espacio propio en el entorno, enfrentarse a una sociedad diferente sin contar con la familia o una red de amigos cerca, sentirse constantemente como un extranjero. A todo esto se suma un nuevo trabajo, que en numerosas ocasiones se desarrolla de forma muy diferente a la que uno está acostumbrado. Todo esto precisa una alta capacidad de adaptación y disponibilidad de romper con viejas costumbres para asumir otras nuevas.

Si la empresa que te contrata pone a tu disposición un servicio de relocation, podrás salvar los obstáculos del principio con la ayuda de un profesional con comprensión intercultural, que te apoyará en el proceso de inmigración, en la búsqueda de una vivienda óptima para ti, revisará el contrato de alquiler en un idioma que tú aún no dominas, hará los contratos de suministros, y todo lo que precises para que el proceso de la mudanza y la familiarización con el nuevo entorno te resulte fácil y rápido.

A pesar de la inseguridad que ir a vivir a un país extranjero pueda ocasionar, también supone una buena manera de descubrir más cosas sobre tí mismo: ¿qué hacer frente a lo desconocido? ¿Qué es lo que más extrañas? ¿Cuáles son tus prioridades en la vida? ¿Cuáles son las cosas imprescindibles para conseguir que la vida laboral en el extranjero te resulte llevadera? Esto puede conseguirse al entablar contacto con personas de la misma nacionalidad, viajar a casa de vez en cuando, o tener un trabajo apasionante. Definitivamente, todo esto te enseñará a tomar mejor las decisiones para tu vida futura.

2. Las formas de comunicación y la interacción social en el lugar de trabajo

Trabajar en el extranjero expone a un expatriado a algunos de los diferentes modos de comunicación frente a diversas situaciones. Por ejemplo, la formalidad en el trato de los colegas entre sí, cómo se llevan a cabo las reuniones y cómo y en qué dosis se utiliza el humor, cómo se tratan entre sí en caso de desacuerdo o problemas, qué importancia tiene la jerarquía, y cómo se comportan los empleados frente a sus superiores.

Observar todo esto desde fuera puede resultar extraño, pero también puede ayudar a reflexionar sobre cómo se comunica uno mismo con los demás. Estas situaciones pueden tal vez incluso aportar ideas sobre cómo se podría adaptar y mejorar el propio estilo de comunicación en determinadas situaciones.

Aunque es necesario aprender a alcanzar las metas personales en un ambiente desconocido, siempre estaremos tratando con culturas que están basadas en las interrelaciones humanas. Nada mejor para acelerar el proceso de incorporación en la empresa que una comida con colegas o incluso ir a tomar una cerveza juntos después del trabajo.

3. La verdad detrás de los estereotipos nacionales

Los prejuicios en torno a otras nacionalidades se basan por lo general en opiniones aprendidas. Trabajar en un nuevo país – a diferencia de visitarlo como turista – aporta una comprensión mucho más profunda de otra cultura …. lo que finalmente permite un juicio propio de si esos estereotipos sobre los austríacos, alemanes, suizos, suecos, etc., están basados en la realidad o no. Y por supuesto, desde la distancia también se aprende a cuestionar los estereotipos del propio país.

4. Mudarse al extranjero es menos intimidante de lo que se piensa.

Superar los desafíos a lo largo del camino, especialmente si es la primera vez que se va a vivir en el extranjero, es la prueba fehaciente de que puedes hacerlo. Y una vez que lo has hecho, has aprendido lo más valioso de todo: ¡que no es tan terrible como pensabas!

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